Nuestro tío Luis, que vive en Badajoz, que un día me dijo... "Se puede hacer mermelada de cualquier cosa" Y con esa premisa me he lanzado a hacer mi primera Mermelada de Limón.
Para nuestra mermelada necesitaremos:
Limones
Agua
Azúcar.
Si ya habéis hecho o leído por ahí otras recetas, sabréis porqué no pongo cantidades. Más adelante os lo explico.
Limpiamos bien los limones, porque vamos a usar su cáscara.
Después cortamos las puntas, ya que esta parte tiene mucho blanco y resultaría muy amargo. Los loncheamos en rodajas, lo más finas que podamos, quitamos todas las semillas, y lo ponemos a remojo toda la noche. Asegurados de que queden cubiertos.
Al día siguiente removemos bien los limones con su jugo, y comprobaremos que la piel ha quedado blandita. Los pasamos a una olla que pondremos a fuego fuerte para hacerla hervir. Y, una vez que haya hervido, bajamos el fuego y lo dejamos durante una hora.
En esta hora no hay que despistarse, porque aunque esté flojo el agua se evapora ¡y se puede quemar! Así que controlando, y si hace falta se le añade un poco más de agua.
Pasada la hora de cocción vamos a añadir el azúcar. Cómo comenté antes no he puesto cantidades porque depende del peso de los limones, en cantidad 1/1. Es decir, para un kilo de limones, sin los picos y ya loncheados, usaremos 1kilo de azúcar.
Cuando se disuelva bien el azúcar, subimos un poco el fuego. y lo mantenemos así 10 minutos más.
Yo he aprovechado para añadirle una tacita de Ron Tostado, que le ha dado un color miel, pero también se le pueden añadir clavos de olor, canela en rama... a vuestro gusto.
Un truco para saber si está ya hecha la mermelada es poniendo unas gotas en un plato bien frío. Si las gotas al correr se detienen rápidamente es que la mermelada ya está lista!!!
Ahora sólo nos queda empotarla en tarros esterilizados y ponerlos boca a bajo hasta que la mermelada esté completamente fría.
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