domingo, 17 de marzo de 2013

Trucos de cocina, limpieza, hogar...

Muchas veces nos encontramos con problemas que tienen una solución sencilla, pero como no la conocemos, teminamos haciendo lo más complicado o lo que es peor, deshaciéndonos de cosas que  podríamos seguir utilizado.
Por eso he pensado en recopilar un batiburrillo de trucos, que iré ampliando. 





Recuperar la adherencia de una sarten:
Esa sarten que nos gusta tanto está empezando a pegarse y  nos dan los iete males cada vez que la usamos? 
No pasa nada!!! Vamos a usar un truco para recuperarla. 
Ponemos la sartén a fuego lento y le echamos un buen puñado de sal gorda por toda la base
Lo dejamos reposar durante cinco minutos aproximadamente. 
Pasado ese tiempo, quitamos la sal y pasamos una hoja de papel absorbente por toda la sartén. (Ojo que quema!) 
Y ya podemos volverla a utilizar como antes. 

Ablandar bolleria que se ha puesto dura:
A veces nos da un capricho y compramos una bolsa enorme de bollería y terminan poniéndose duros. Simpre podemos hacer un delicioso Puding casero con ellos, pero si lo que queremos es volver a disfrutar de su sabor  cogemos una lata de metal y metemos dentro todos los bollos duros. (las latas de galletas danesas van muy bien) 
Cerramos la lata y la introducimos en una olla con agua con agua al fuego. Cinco o diez minutos al baño María y estarán como nuevos. 

Cebolla que pica a rabiar:
Hay cebollas que son como una cartera, las abres y empiezas a llorar. 
Afortunadamente hay algunos trucos útiles para evitarlo, al menos lo de la cebolla.
Meter la cebolla en el congelador no menos de 15 minutos. 
Ir humedeciendo el cuchillo en vinagre mientras cortas. 

Azúcar que se apelmaza:
Para que el azúcar no se nos haga pegotes en el azucarero, podemos introducir una nuez o una cáscara de naranja, que además aromatizará un poco el azúcar. 

Demasiada sal: 
Coges una cuchara, pruebas la comida y ¡horror! te has pasado con la sal. 
Don't panic! vamos a solucionarlo.
Si es un guiso, una salsa o una sopa, pon una patata cruda pelada, y espera a que esté bien cocida antes de quitarla. Con la patata se irá el exceso de sal.
Si no es mucho lo "salao" también puedes echar una miga de pan y luego retirarla. 
Si es una salsa de carne, como un ragú por ejemplo, un poco de salsa de tomate natural o un chorrito de nata líquida también rebajará el sabor. 
Cuando es alguna verdura, bastará con pasarlas por agua. Esto también sirve con las anchoas, pero dejándolas en remojo unos minutos y luego secándolas bien con papel de cocina. 
En un aliño o vinagreta puedes probar a añadirle un poco de orégano.

Huevos cocidos:
Para que no se casquen mientras se cuecen hay que echar un chorrito de vinagre en el agua de la cocción. 
El agua debe estar fría cuando pongas los huevos y cubrir lo justo o 3/4 partes. Y para pelarlos fácilmente lo mejor es pasarlos inmediatamente por agua fría. 

Manchas de sangre: 
La mejor manera de quitar manchas de sangre en la ropa es dejar en remojo la zona con agua oxigenada unos minutos y luego lavar normalmente. Si está seca dejar más rato. No quedará ni rastro. 

Ollas quemadas: 
Para no pasarte horas frotando el pegado de una olla, pon agua con un chorrito de lejía y un poco de lavavajillas y ponla al fuego flojo unos minutos. Los restos se desprenderán sin tener que frotar. 

Restos de cal:
Las manchas blancas de cal en grifos y mamparas se van en un momento pulverizando agua caliente con un buen chorro de vinagre. 
Para que no se acumule en las resistencias de la lavadora, dos veces al año hay que hacer un lavado con agua caliente y un litro de vinagre. Tambien conviene hacerlo con la plancha, si utilizamos agua del grifo, porque la cal se acumula en el depósito y tapona los conductos. 


Encender velas:
Para no quemarte los dedos cuando enciendes una vela que ya está un poco gastada o en un candelabro profundo enciendela ¡con un espagueti! Seguro que llegas sin quemarte. 

























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